Paqui, socia 3659, de Valencia, tiene 61 años. Fue implantada en el 2012. Lleva un implante coclear en el oído izquierdo y un audífono en el derecho; estos hacen que se sienta como una persona oyente, después de años de sufrir aislamiento auditivo. Además puede decir que uno de sus sueños ya se ha hecho realidad, gozar de la música en un concierto especial.
Para Paqui el implante coclear ha sido y es, desde que se implantó en 2012, lograr una calidad de vida y autonomía que por muchos años no tuvo. Es, en sus palabras, “hacer una vida totalmente normal”. Porque antes oía, pero no entendía lo que decían.
Conoció a AICCV a través del cirujano que la operó. Fue en la revisión del primer año de implantada. Le sugirió que a través de la asociación podría tener relación con personas que tenían su misma problemática, compartir experiencias, estar más al día de las novedades y mejoras… Se hizo socia y está muy contenta con la red de apoyo, la información que se brinda y las distintas actividades que se organizan para visibilizar, empoderar, formarse o disfrutar de la cultura accesible. A través de estas líneas nos comparte su experiencia y aporta su colaboración.
Paqui nació oyente. Sin embargo, alrededor de los 16 años empezó a hacerse evidente que su audición era decitaria. El origen de su sordera es la otoesclerosis, una patología genética que, de hecho, ha afectado a varios de sus familiares. Hacia los 22 años pasó por quirófano, pero en la operación se vio afectado el nervio auditivo. Ella lo recuerda como algo “terrible”. Después, se operó del oído derecho y ahí ya quedó bien. Al tratarse de una enfermedad progresiva, con los años, la pérdida auditiva inevitable fue en aumento.