A Martí, socio 4118, 60 años, recientemente la Generalitat de Cataluña le ha concedido un reconocimiento por sus años como bombero voluntario, y automáticamente le han pasado a la sección de veteranos. Nos escribió porque quería compartir su experiencia para ayudar a otras personas que están en una situación similar a la suya. Aquí está su historia.
Sus problemas de audición empezaron en el oído derecho, a los 24 años. Fue diagnosticado de Síndrome de Ménière, con una pérdida auditiva del 80%, acúfenos notables, y episodios de vértigos e inestabilidad estacional, sobre todo en otoño y primavera, unos 606 episodios anuales. A los 54 años tuvo pérdida total de audición, sordera súbita, en el oído izquierdo, con acúfenos muy fuertes, vértigo e inestabilidad constante. Estuvo 9 días ingresado con tratamiento de cortisona, pasó por 3 sesiones con punción de cortisona intratimpánica, 30 sesiones en la cámara hiperbárica en el Hospital Moisès Broggi y…sin recuperación, ni de la audición ni de los acúfenos, vértigo e inestabilidad.
Su proceso de implantación fue lento, ya que al tener un pequeño resto auditivo en el oído derecho, tuvo que pasar por varias pruebas médicas para ser candidato al implante coclear. Una vez entró en la lista, pasó aproximadamente un año y medio hasta la operación.
“No oír fue complicado, agobiante y extraño; era como estar en un sueño en el que ni puedes comunicarte ni se pueden comunicar con uno. Sobre todo los primeros meses, te pasan pensamientos extraños, no lo aceptas en un principio, tienes mal humor, luego te aíslas de todo, después buscas soluciones y respuestas.
Para la familia fue difícil también, lo sufrieron bastante, ya que veían mi disconformidad y mi negación a lo que pasó.
Sin embargo, gracias a ellos los primeros meses lo pude sobrellevar; sin ellos hubiera sido imposible.”
Con la pérdida total de la audición en oído izquierdo, una de las opciones fue ponerse un audífono en oído derecho. Al tener acúfenos, regular el audífono costó bastante. Hasta que finalmente llegó el implante coclear.
“Cuando activaron el implante coclear fue un día que recordaré siempre más; recuerdo que los ruidos eran como robóticos o mecánicos, diferentes. Me dejaron tres programas para que me fuera adaptando. Al salir del hospital, la cabeza me retumbaba y recuerdo que llovía, al subir al coche las gotas de agua que golpeaban el techo del vehículo sonaban a algo que no sabía lo que era, tuve que sacarme el implante. Hay una gran diferencia entre lo que se escucha por el audífono y lo que se escucha por el implante, ha sido uno de los problemas más acusados para poder entender o saber qué se escucha.