Soy Iryna Ryvak y posiblemente, cuando tenía un 1 año y medio perdí mi audición, según me cuentan mis padres. Se dieron cuenta que pasaba algo conmigo porque no hablaba, estaban muy preocupados no sabían cuál iba a ser mi futuro.
Mi padre se vino a España a trabajar a Villarrobledo en la provincia de Albacete y se informó si había ayudas para niños que no escuchaban. Conoció a un señor que le dijo que en Albacete empezaban operar el implante coclear y enseguida vinimos mi madre y yo, de mi país (Ucrania). Maribel, mi logopeda, nos explicó todo sobre el implante, el programador y médico que iba a operarme. Aunque primero me pusieron audífonos no escuchaba con ellos. Mi madre trabajaba mucho conmigo, me hacía hablar, empecé el colegio y lo pasaba muy bien pero no entendía a mis amigos del cole.
Por fin, cuando tenía 6 años, el Doctor Almodóvar me puso el Implante Coclear en el Hospital de Albacete. Hemos conseguido mucho hasta ahora y estoy muy contenta. Gracias a mis padres que empezaron a trabajar conmigo y ayudarme mucho, en los estudios, hablar, leer, y mi logopeda Maribel también, sin ella todo hubiera sido muy difícil. En resumen, tuve una infancia muy feliz con mis padres, más es imposible. En cuanto a la operación no tengo apenas recuerdos, tenía 6 años era muy pequeña aún, solo recuerdo ver la jeringuilla. Respecto a la época escolar fue una época realmente difícil, mis padres y Maribel tuvieron que hablar con mis profesores, para informarles, qué podían hacer o cómo trabajar conmigo, no fue nada fácil y me ha costaba mucho. Algunos profesores no entendían bien o no se esforzaban o no querían entender. Querían que yo fuera igual que mis compañeros, porque decían “que como me habían puesto un implante ya escuchaba bien y no era sorda” y me suspendían.
En clase, los profesores se ponían a hablar escribiendo en la pizarra, moviéndose por la clase y yo no podía seguirles, ya estaba perdida, necesitaba mirarle la cara o que me dijeran el libro para saber de qué tema estaban hablando.