Mark Guiberson: "A un niño sordo no se le debería restringir cuántos idiomas puede aprender". Integración núm 69. Enero 2014
- Última actualización el Domingo, 26 Abril 2015 15:20
- Escrito por Integración
- Visto: 20635
Muchos de los padres de niños usuarios de implante coclear que empiezan la etapa escolar se ponen en contacto con la Federación AICE con una pregunta común: “¿puede mi hijo aprender un segundo idioma en el colegio?”. Siempre les decimos lo mismo: “Como cualquier otro niño, depende de sus capacidades y motivación”. Sigue siendo un concepto que en el mundo de la sordera cuesta asumir o interiorizar. “A un niño sordo no se le debería restringir cuántos idiomas puede aprender”.
Así de claro lo tiene Mark Guiberson, PhD. norteamericano, Patólogo del Habla y el Lenguaje de la Universidad de Wyoming (EE.UU.), con el que tuvimos la oportunidad de charlar el pasado seis de noviembre en Barcelona, aprovechando que era el ponente principal de la II Conferencia Internacional sobre ‘La Educación Bilingüe para Niños con Implantes cocleares y Audífonos’, organizada por t-oigo.com. Como él bien remarca, “hacen faltan estudios sobre el tema. Uno está inmerso en este mundo, y tiene sus ideas y experiencias. Pero al final necesitas demostrárselo a los demás diciendo: mira, hay un estudio, dos estudios, tres estudios… que muestran que sí son capaces, que sí pueden aprender dos o más idiomas”.
Sentado junto a Dale Sindell, Directora de t-oigo.com, y con un suave castellano aprendido entre los días que pasó en su juventud en el País Vasco y su convivencia entre los emigrantes de México de su país, Mark Guiberson nos explica sus comienzos. “Empecé estudiar el tema del bilingüismo en niños sordos o con pérdida auditiva porque en mi país había muchos niños de México o de padres que eran de México y se necesitaban personas bilingües para trabajar con ellos. El Departamento de Salud me llamó para saber si estaría interesado en trabajar con ellos, yo acepté sin pensarlo. Empecé buscando estudios sobre el tema pero no había, nada que demostrara si podían ser bilingües los niños con pérdida auditiva. Y me empezó a interesar, ver qué se podía hacer porque había mucha gente diciendo que no, que no pueden ser bilingües”.
“Y como he dicho, no había estudios. En 2011, sólo existían ocho estudios describiendo a niños bilingües con pérdida auditiva, no eran ni son suficientes”, continua Guiberson, “así que decidí realizar estudios yo mismo”. Uno de ellos es una encuesta realizada en España a padres de niños con hipoacusia. Según datos del censo nacional, el 53% de los adultos de nuestro país son bilingües o multilingües, con el inglés como una de las lenguas extranjeras más habladas.
¿Qué clase de familias están dentro del estudio? “Hay 71 familias de diferentes Comunidades Autónomas de España, desde Madrid hasta Galicia, una de Catalunya, otra en Valencia, del País Vasco… De casi toda España”.
¿Qué clase de pérdida auditiva tienen los niños incluidos en ese estudio? “La mayoría de los niños tenían una pérdida auditiva de severa a profunda. Hoy en día en España hay muchas posibilidades de tener un implante coclear, incluso dos, y/o tener audífonos y esos niños tienen éxito en escuchar y hablar muy bien. Y sí, es posible que aprendan dos idiomas. Con la tecnología que tenemos, pueden llegar a ser bilingües”.
El bilingüismo es un tema muy asumido en Catalunya, ya que prácticamente todos los niños se crían con normalidad en dos idiomas y acaban siendo competentes en ambas lenguas, tanto los niños sordos como los normoyentes. “Por eso Catalunya será un lugar muy importante para estudiar el bilingüismo, todo el mundo puede ver cómo los niños aprenden los dos idiomas y que todos son capaces de hacerlo”, apunta el Dr. Guiberson.
¿Y a qué edad piensa que un niño sordo puede aprender dos idiomas, o el segundo idioma? “Esto de la edad… Lo que les digo a las familias siempre es que hagan lo que es natural. Si ya en casa hay dos idiomas, como comentábamos que pasa en Catalunya, pues será muy natural usar el catalán o el castellano. O en el País Vasco también. Que sea natural. Pero no hay un nivel más básico, o una edad mínima. Pienso que lo más pronto es lo mejor y que sea natural”, nos dice.
Pero a veces los padres no se lo creen, le decimos. Algunos logopedas o terapeutas del habla en España no se lo creían tampoco. Ahora algunos se lo empiezan a creer. “Esto pasa en todo el mundo”, explica. “Hasta en los Estados Unidos, o Alemania, también en Australia. Sigue pasando que los logopedas o otros profesionales piensan que es mejor restringir, limitar idiomas para que los niños no se confundan, porque si no según ellos es demasiado. Pero no hay evidencia científica que los niños sordos o con otro tipo de discapacidad se confundan con otro idioma. Lo hacen claro, cuando tienen menos de dos años, pero lo hacen todos, los sordos y no sordos. Es lo natural”.
Y Dale Sindell añade “creo que en el estudio Mark también quería averiguar qué factores y personas influyen en la decisión de que un niño sea bilingüe o no”. “Eso es”, indica él. “Vi que el núcleo familiar, los esposos, los padres, los abuelos influyen muchísimo. Luego cuentan mucho las familias de otros niños sordos. Los profesionales como logopedas, educadores o audiólogos tienen mucha importancia. Los que menos influencia tienen son los directores de colegios, los ORL, los médicos”.
¿Cuál es el potencial de un niño con implante coclear para llegar a ser bilingüe? “Bueno, hice el seguimiento de una niña con la que yo trabajaba. Es mexicana y llegó a los EE.UU. con diez meses. Tenía cinco años cuando recibió su implante coclear. Fue uno de los primeros estudios que seguía a un niño o niña durante años para ver sus resultados”. ¿Y? “Y resultó que sí, que es bilingüe. Es maravilloso verla comunicarse con naturalidad con su abuela en español, por ejemplo, y hablar en inglés perfectamente”.
Más tarde, durante la conferencia, hablando del caso de Julia, que así se llama la niña implantada, pudimos ver que, aunque el centro implantador animó a los padres a que solo hablaran en inglés, la logopeda no estuvo de acuerdo y les alentó a utilizar español, signos e inglés. Hoy día está en la escuela secundaria, recibe la enseñanza en inglés sin el apoyo de signos y se comunica eficazmente con su familia y comunidad en español.
¿Puede la adquisición de una segunda lengua afectar negativamente en la primera? “No”, responde categórico Mark Guiberson. “Tengo otro estudio que compara a niños que son bilingües y que tienen pérdida auditiva con niños monolingües con pérdida auditiva. Para ver a qué nivel está su español”. Según nos explicó, participaron 51 padres de niños hipoacúsicos en España en una encuesta online para ver la habilidad de idiomas de su hijo.
Tal y como se mostró durante la conferencia, los padres de los niños bilingües evaluaron las destrezas en español mejor que los padres de niños monolingües. Además, el 52% indicó que las habilidades de su hijo o hija en la segunda lengua eran mejores de lo que esperaban.
¿Cuáles son las mejores medidas para ver cómo evoluciona un niño con discapacidad auditiva aprendiendo más de un idioma en una escuela? “Básicamente, debe ser una decisión individual, tiene que decidir cada familia y para cada niño y revisarlo cada año para ver cómo va saliendo adelante”, nos explica. “Pero luego, soy más de la opinión que, más que estar en clase haciendo inglés, inglés, inglés…, es la idea de que aprender un idioma también es social. Las relaciones con otra persona con la que tienen un interés en común o cosas que le interesen mucho como el fútbol, música, los dinosaurios, lo que sea. Para que los niños tengan interés.”
En la parte final de la conferencia, t-oigo.com presentó su programa ‘Aliados al inglés’ para apoyar el aprendizaje del inglés para niños con implantes cocleares y audífonos. “Estamos arrancando el programa en España con cinco ciudades: Madrid, Toledo, Valencia, Vigo y Zaragoza. En enero empezamos en Barcelona”, nos explica durante nuestro encuentro Dale Sindell.
‘Aliados al inglés’ pone en contacto a estudiantes norteamericanos o anglohablantes universitarios que estén estudiando en España con familias con niños con discapacidad auditiva. El estudiante, de forma voluntaria, realiza actividades con el pequeño, siempre en inglés durante un semestre. Son actividades lúdicas y sociales. “Les dejamos muy claro a los universitarios que no son profesores de inglés, que no están preparados para enseñar. Y a las familias que no los pueden tratar como canguros”, nos dice Dale. “Les decimos que traten a los niños como si fueran su hermano pequeño, que se lo pasen bien, que jueguen con la consola o al fútbol. Imagínate, si están jugando al fútbol y le dice: ‘pass me the ball’ (pásame el balón) repetidas veces, el niño lo acaba entiendo y además lo aprende y lo recordará”.
Es decir, es una aprendizaje vivencial, y cuando es vivencial uno lo interioriza. Y cuando lo has interiorizado ya está aprendido. “Exacto”, apunta Mark Guiberson. “Esa es la idea. Es aprender y enseñar el inglés de modo social. Es un intercambio y también un modo de enseñanza natural: no hay libros, no hay apuntes, no hay material. Es un ‘¿qué vamos hacer hoy? Yo soy tu amigo especial’. Es que a veces, cuando se habla de bilingüismo, se habla de asignatura y el enfoque es a nivel de clase, en vez de ver que el bilingüismo es un espectro en el que empiezan desde un punto y se va avanzando. No es blanco o negro. La idea es que si te estás comunicando, es que te estás comunicando. La interacción social es la premisa de este programa.”
“Esa es la idea”, puntualiza Dale Sindell. “Estamos buscando la funcionalidad, de poder comunicarte con otras personas, de optar a puestos de trabajo, de viajar. Estamos buscando ese tipo de bilingüismo y no tanto el acento perfecto.”
¿Y en qué está trabajando ahora, Dr. Guiberson? “Estoy trabajando con un grupo en Australia, en donde hay muchas personas que vienen de fuera como Grecia, China, de las islas Filipinas. Hay muchos idiomas. Y como hay mucha gente, han visto que también hay niños con pérdida auditiva y estamos apuntando cuántos son y qué está pasando con estas poblaciones. Porque lo que es importante es que si uno le dice a una familia que no hable su propio idioma con su hijo, es como decirle que no sea padre, que no sea natural, que no haga lo que hace con el resto de sus hijos. Yo tengo un tío con retraso y mi madre siempre me ha dicho que todos somos de la misma familia y tenemos que cuidarnos los unos a los otros. Cada persona tiene su familia y tenemos que apoyarles para que salgan adelante y sean lo mejor que puedan ser. Para mí es natural trabajar con personas que tengan diferencias.”
Para acabar, le entregamos a Mark Guiberson el número de octubre pasado de Integración. “¡Qué bonita!”, exclama. Le indicamos que en la portada aparecen los chicos y chicas que participaron en la Semana Internacional de la Amistad Juvenil y de cómo los participantes españoles volvieron muy motivados en aprender inglés para comunicarse con sus nuevos amigos de toda Europa y queriendo volver. “¡Fantástico! Esa es la idea, ese es el objetivo”, asiente.
Y aquí lo tuvimos que dejar porque iba a comenzar el cóctel de bienvenida del acto. A él asistieron familias, logopedas, audiólogos, entidades varias, educadores así como personalidades como la Sra. Marta Ferrusola, esposa del President Jordi Pujol, que nos saludó de forma muy amable, o la Sra. Giovanna Cicutto, esposa de Lorenzo Quinn.
Desde la Federación AICE quisiéramos agradecer a Mark Guiberson su amabilidad en acceder a esta entrevista para nuestros lectores de Integración, así como a Dale Sindell, Fundadora y Directora de t-oigo.com y a Mónica Larruy, su Coordinadora en Barcelona, por su disposición.