“Actuar contra la pérdida de audición: una buena inversión” es un lema de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que Federación AICE, como miembro del Fórum Mundial de la Audición, se ha comprometido a llevar a la realidad.
Para ello, debemos empezar a trabajar con los miembros más jóvenes de nues- tra sociedad, concienciándolos sobre la problemática del ruido que generamos en nuestro entorno cotidiano, y cuya misión será la de sensibilizar a la sociedad con la que se relacionan en su entorno inmediato de lo nefasta que puede ser la contaminación acústica y los volúmenes de sonido elevados.
Según la propia OMS, el 60% de los casos de pérdida de audición en niñas y niños se podrían haber prevenido a través de incorporar a la cotidianeidad prácticas más saludables y preventivas.
Se ha detectado que se está normalizando la exposición a ruidos nocivos como una forma de ocio, y no solo en los festivales de música donde existe una sobreexposición con altos volúmenes durante largas jornadas. A esto hay que sumarle el aumento del uso del teléfono móvil y del uso de auriculares, los cuales suelen utilizarse con un volumen excesivo y más tiempo del recomendado para evitar daños auditivos.
Varios estudios afirman que los jóvenes entre 15 y 18 años escuchan más de 80 horas de música al mes. El problema no es solo el volumen, sino también la cantidad de tiempo durante el que se escucha música alta. Según la OMS, deberíamos escuchar máximo 30 horas al mes. Una hora al día. La media de estos jóvenes es de 3 horas al día. Dependiendo del volumen, es 3 veces más de lo que se debería.
La OMS calcula que actualmente hay 54 millones de personas con problemas auditivos y se cree que para el 2050 esta cifra aumentará hasta 90 millones. El incremento es casi el doble.