Todo en la vida hay que lucharlo. Integración núm 70. Abril 2014
- Última actualización el Sábado, 30 Mayo 2015 18:04
- Escrito por Santiago
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Santiago, nuestro socio implantado 1730, tiene una pasión en la vida: el tenis. Con 13 años es uno de los mejores en su categorÃa y para seguir luchando por su sueño este curso ha empezado en un colegio bilingüe en inglés y castellano, añadiendo el aprendizaje del alemán, con programa especial para deporte de competición. Santiago, demostrando una gran madurez, nos cuenta con mucha frescura su historia y su dÃa a dÃa.
Hola, me llamo Santiago y el pasado mes de marzo cumplà 13 años. Soy sordo profundo de nacimiento y a los dos años me pusieron mi primer implante, que para mà es el preferido, aunque todo el mundo me dice que soy un maniático porque según las audiometrÃas oigo igual con los dos, y hasta me dicen que algo mejor con el segundo. ¡IncreÃble!
Según me han contado mis padres, las primeras que se dieron cuenta de que yo era sordo fueron mis cuidadoras de la guarderÃa a la que iba cuando era un bebé y acababa de cumplir un año. Mi madre no le dio importancia, ya que ellas le dijeron que pensaban que yo no oÃa bien del todo, pero se quedó mosqueada con el tema y me llevó a hacer unas pruebas que salieron bien y parecÃa que yo oÃa. Mi madre se quedó más tranquila pero seguÃa algo mosqueada con el tema porque ella me seguÃa vigilando. Pero según me cuenta les engañaba muy bien ya que la mayor parte de las veces parecÃa que sà oÃa. Pero cuando tenÃa un año y medio más o menos, mi madre entró un dÃa en mi habitación dando palmas y llamándome y yo, que estaba de espaldas, no me volvà y fue entonces cuando el mosqueo de mi madre ya sà que fue muy muy grande.
Decidieron llevarme a la ClÃnica Universitaria de Pamplona donde el Doctor Manuel Manrique les confirmó a mis padres que no oÃa nada de nada. Mi madre, según me cuenta porque yo no recuerdo nada, se puso muy triste y no paraba de llorar pero el Dr. Manrique enseguida les habló de los implantes y les enseñaron algunos videos de niños con implantes hablando y cantando y se tranquilizaron bastante.
A los tres meses de decirles a mis padres que era sordo, ya estaba operado, sólo me faltaba un mes para cumplir los dos años y hasta entonces nunca habÃa oÃdo. El segundo implante me lo pusieron dos años después y de ese sà que me acuerdo un poco más. Sobre todo de que cuando me lo conectaron al principio me dolÃa un poco la cabeza. Pero luego todo guay.
Desde el primer momento he ido al Colegio Tres Olivos de Madrid, con Marcos Monfort y Adoración Juárez (Dori para mÃ), allà ha sido donde me lo han enseñado todo, ellos y mis logopedas Nilia, Rebeca y RocÃo. Para mi es el mejor colegio ya que te tratan completamente como a un niño normal, sólo que tienes algunas horas de logopedia y además se esfuerzan muchÃsimo para que los niños sordos sean completamente como los oyentes y nunca dejan que te hundas o te retrases en los estudios. Yo siempre he convivido en clase con compañeros oyentes y he sido uno más con mis caracterÃsticas especiales de ser sordo, pero todo lo demás igual. Pero además al haber más chicos sordos no te sientes un bicho raro. Además ayudan mucho a los padres de los sordos porque al principio de entrar les guÃa Loli, una chica sorda, que no lleva ni implantes ni nada y que es alucinante como habla.
Mi pasión por encima de todo es el tenis. Ahora estudio primero de la ESO y entreno unas 15 horas semanales más los torneos que juego todos los fines de semana. Debido a que me resultaba muy difÃcil poder compaginarlo con los estudios este año me he cambiado al Colegio SEK-Ciudalcampo donde hay un programa especial para deporte de competición. El cambio ha sido una decisión durÃsima, tanto para mà como para mis padres, que no sabÃan si estaban haciendo bien, ya que es un colegio bilingüe y yo en Tres Olivos estaba súper bien. Pero yo si me quedaba sin tenis la verdad es que no estarÃa motivado para nada, asà que decidimos entre todos que me cambiaba.
La verdad es que echo mucho de menos mi antiguo colegio y a mis compañeros y logopedas, pero estoy haciendo lo que realmente me gusta y me apasiona. Aunque el esfuerzo es muy grande ya que tengo un montón de asignaturas en inglés y he empezado este año a dar alemán (que por cierto se me da bastante bien de momento) y además tengo todas las horas de entrenamiento. Estoy satisfecho ya que todo en la vida hay que lucharlo y hay que ser valientes. Otra cosa que me preocupaba mucho era cuál serÃa la reacción de mis nuevos compañeros al ver mis implantes, ya que en el otro colegio todos los niños estaban acostumbrados a verlos y además éramos varios los sordos, y tengo que decir que en ese sentido no he tenido ningún problema; sólo al principio algún compañero que me preguntó qué era eso, pero yo se lo explicaba y nada más. Nadie se ha metido conmigo ni se han reÃdo ni nada, lo cuento porque era una de las cosas que más me preocupaba. Yo sigo jugando torneos de tenis, y uno de los problemas más gordos que tenemos ahora es lo mucho que se me estropean los implantes debido al sudor. Juego con una bandana en la cabeza igual que Rafa Nadal, y muchos se creen que es para copiarle pero en realidad es para evitar el sudor en los implantes, aunque la verdad es que no me importa en absoluto que me comparen con él. El problema es sobre todo en verano y como además las reparaciones y los repuestos son tan caros, carÃsimos, yo tengo una desventaja muy grande con mis compañeros de tenis ya que mis padres tienen que pagar mucho más si se estropean los aparatos. Hay algunos partidos en pleno verano que los he terminado sin aparatos, porque se habÃan apagado por el sudor, y aún asà los he ganado. Este año empiezo en la categorÃa de Infantil y aunque suene mal que lo diga yo, soy uno de los mejores de Madrid, je,je,je.
Bueno pues nada espero que os haya gustado mi historia y que me veáis ganando muchas copas en el futuro.