Una historia de acoso escolar de comportamientos típicos
- Última actualización el Viernes, 27 Enero 2017 16:33
- Escrito por Integración
- Visto: 4254
Cuando nos hablan del cuento de “La caperucita roja”, “La bella durmiente” o “Blancanieves”, son historias conocidas y todos ya sabemos cómo acaban. Pues con los casos de acoso escolar pasa demasiadas veces lo mismo.
En el pasado número 80 de Integración ( Artículo: Acoso escolar: saber más para actuar mejor.) planteábamos el caso de Urtzi, en el colegio Zubileta Getxo del País Vasco, que su padre, Jesús María denunciaba.
Muchos os habéis dirigido a nosotros preguntando qué ha pasado por lo que intentaremos resumiros el incidente partiendo de los únicos datos que nos han sido facilitados por José María.
- El colegio, y en su nombre el “Equipo Directivo” ha negado que sea un caso de acoso escolar. La conclusión de la investigación del colegio es que parte de los problemas eran porque el niño bajaba a los recreos sin sus implantes cocleares.
- La directora, Rosa Ma Arto Polanco, interpuso denuncia en el juzgado, el 6/10/2016, contra el padre del menor por coacciones y amenazas, ya que, según consta en la denuncia “teme que pueda comportarse de forma más agresiva”.
- El OMR, Órgano de Máxima Representación, del centro emite un comunicado de apoyo al colegio (el OMR está formado por representantes de los profesores, personal administrativo y de los padres).
- La Federación AICE también recibe una carta de otra familia del colegio, pero eso sí, con prohibición absoluta de uso. Al no poderla utilizar, no la tenemos en cuenta ni para bien ni para mal.
- La familia siente que no es atendida por el centro escolar dado que se niega por el mismo el acoso
- La situación se vuelve insostenible y la única solución es que el niño cambie de colegio y así se hace.
- Resultado final: el niño cambia de colegio, el colegio ha “solucionado” el problema y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Teléfono contra el acoso escolar: 900 018 018
Perdón, no acabó del todo, porque la Sra. Arto, directora del colegio, según nos manifiesta el padre del menor, pide que la familia, realice repetidas disculpas públicas, en defensa de su buen nombre, bajo indicación de mantener la denuncia y el juicio en el juzgado, en caso de no realizarse. En la fotografía aparecen Urtzi y su padre Jesús María, que va en silla de ruedas, juzguen ustedes mismos su peligrosidad.
No podemos pronunciarnos ni, por lo tanto, afirmar si hubo o no hubo acoso escolar, si bien el padre, José María, puso a nuestra disposición la copia de un certificado médico mediante el cual se recomienda la visita a un psiquiatra infantil, debido a, según reza dicho informe, “problemas importantes en el ámbito escolar que han llevado a una situación … de amenazas de tirarse por el balcón”, así como mucha otra documentación.
Dicho lo anterior creemos que, en términos generales, ninguna familia se inventa, conscientemente, problemas de acoso con uno de sus hijos, más bien al contrario, muchas veces se ignoran y por ello pensamos que los profesionales de los colegios deben estar sensibilizados con esta problemática y respecto a la situación a la que se ven sometidos tanto la familia y como el niño y, el personal de los centros escolares, debe contar con instrumentos y capacidad de reacción adecuada para solventar y atajar rápidamente el más mínimo indicio de un posible caso de acoso escolar.
Aunque puede que estemos equivocados y sea más importante mantener la apariencia de que todo es perfecto que realmente solucionar los problemas a los que, en muchas ocasiones, se ven sometidos algunos niños que sufren acoso escolar y que se hubieran podido evitar o reducir, si el centro escolar le hubiera prestado la debida atención al conflicto y no hubiera minimizado sus efectos con el tan arraigado pensamiento de “son cosas de niños”.