Cuando nos hablan del cuento de “La caperucita roja”, “La bella durmiente” o “Blancanieves”, son historias conocidas y todos ya sabemos cómo acaban. Pues con los casos de acoso escolar pasa demasiadas veces lo mismo.
En el pasado número 80 de Integración ( Artículo: Acoso escolar: saber más para actuar mejor.) planteábamos el caso de Urtzi, en el colegio Zubileta Getxo del País Vasco, que su padre, Jesús María denunciaba.
Muchos os habéis dirigido a nosotros preguntando qué ha pasado por lo que intentaremos resumiros el incidente partiendo de los únicos datos que nos han sido facilitados por José María.
Teléfono contra el acoso escolar: 900 018 018
Perdón, no acabó del todo, porque la Sra. Arto, directora del colegio, según nos manifiesta el padre del menor, pide que la familia, realice repetidas disculpas públicas, en defensa de su buen nombre, bajo indicación de mantener la denuncia y el juicio en el juzgado, en caso de no realizarse. En la fotografía aparecen Urtzi y su padre Jesús María, que va en silla de ruedas, juzguen ustedes mismos su peligrosidad.
No podemos pronunciarnos ni, por lo tanto, afirmar si hubo o no hubo acoso escolar, si bien el padre, José María, puso a nuestra disposición la copia de un certificado médico mediante el cual se recomienda la visita a un psiquiatra infantil, debido a, según reza dicho informe, “problemas importantes en el ámbito escolar que han llevado a una situación … de amenazas de tirarse por el balcón”, así como mucha otra documentación.
Dicho lo anterior creemos que, en términos generales, ninguna familia se inventa, conscientemente, problemas de acoso con uno de sus hijos, más bien al contrario, muchas veces se ignoran y por ello pensamos que los profesionales de los colegios deben estar sensibilizados con esta problemática y respecto a la situación a la que se ven sometidos tanto la familia y como el niño y, el personal de los centros escolares, debe contar con instrumentos y capacidad de reacción adecuada para solventar y atajar rápidamente el más mínimo indicio de un posible caso de acoso escolar.
Aunque puede que estemos equivocados y sea más importante mantener la apariencia de que todo es perfecto que realmente solucionar los problemas a los que, en muchas ocasiones, se ven sometidos algunos niños que sufren acoso escolar y que se hubieran podido evitar o reducir, si el centro escolar le hubiera prestado la debida atención al conflicto y no hubiera minimizado sus efectos con el tan arraigado pensamiento de “son cosas de niños”.