Sueño con alcanzar los objetivos que me he propuesto.

Blanca desarrollando un trabajo de Medio AmbienteBlanca, socia 4195, tiene veintisiete años y es valenciana. Desde pequeña le enseñaron a aceptar sus limitaciones, pero nunca a dejar de luchar por sus sueños. Se ha ofrecido como monitora voluntaria del Campamento AICE 2018 y ha trabajado como Técnica de Medio Ambiente en dos entidades locales diferentes. Este reportaje cuenta cómo llegó a donde quiso estar y cómo superó los obstáculos día a día.

Me llamo Blanca y me considero una persona constante y trabajadora. Soy sorda de nacimiento debido a la rubéola congénita. Desde los seis meses de vida recibí estimulación temprana en el Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF) con mi terapeuta Neus. A los tres años fui escolarizada en el colegio San José Hermanas Franciscanas. Estuve dos años en dicho colegio. No oía nada, ni siquiera los audífonos me ayudaban a paliar mi pérdida auditiva, por lo que a los cinco años me realizaron la operación del implante coclear. Así pude integrarme en el colegio público Carles Salvador. El entorno era normoyente y empecé a relacionarme con mis iguales. Desde este momento recibí logopedia en el mismo centro por la logopeda Adelia. Tuve la misma logopeda hasta 2º ESO. Luego pasé al colegio concertado Sagrada Familia (PJO). También recibí la ayuda de la logopeda Paqui mientras estudiaba 3º ESO. A lo largo del periodo de escolarización fue aumentando mi vocabulario y mi forma de expresión oral y escrita. Terminé la ESO e hice la modalidad de Ciencias de la Naturaleza en el IES Ferrer i Guàrdia. En el tiempo que estudié Bachillerato conté con el apoyo de la logopeda Eugenia. Después de aprobar la Selectividad (que ahora se denomina BAU), inicié la etapa uni- versitaria en el campus de Gandía para cursar estudios de Medio Ambiente.

Integracion 91 BlancaEl hecho de tener un implante coclear ha supuesto un proceso de adaptación Julio 2019 · nº 91 integración 23 a la realidad ya que es un trabajo continuo para discriminar palabras o distinguir sonidos, entre otros aspectos. Esta experiencia me sirvió de base para entender que la vida nos desafía para superar dificultades a lo largo de la vida personal y profesional. He tenido que realizar todo tipo de ejercicios para mejorar mi expresión oral/escrita, así como favorecer la integración en grupos sociales y fomentar la comunicación interpersonal. Solía perder información en clase y me sentaba en la primera fila para estar cerca del profesor. Utilizaba la emisora de FM. Además de asistir a clase, tenía que hacer tareas extras con la finalidad de estar al nivel del grupo. Para ello, hacía ejercicios de sintaxis y de ortografía. Esta actividad consiste en saber cómo utilizar bien los nexos para expresar la misma idea de diferentes maneras. También aprendí a elaborar textos más coherentes, relatando anécdotas reales o ficticias. De esta manera, utilizaba la palabra adecuada en función del contexto lingüístico. Otra actividad era aprender nuevas palabras con imágenes tal como se muestra en la fotografía anterior. Realizando este tipo de actividades y recibiendo muchas clases de refuerzo conseguí aprobar curso a curso. Siempre he sido una niña alegre y despierta aunque la sordera me hacía sentir especial y diferente a cualquier otro niño escolarizado.

Me encontraba en la misma situación en el mundo del deporte. Era frustran- te no entender lo que pasaba a mi alrededor. Corregí mis fallos de coordinación y de equilibrio aprendiendo a manejar la pelota y a caminar entre rocas durante largos recorridos. Nunca es tarde para probar nuevas cosas y encontrarte a ti misma. Así superé uno de mis retos personales: ascendiendo a la cima de Montgó (751 m) con la ayuda de mis compañeros, demostrando que la sordera no era un impedimento para volar tan alto.

A nivel profesional tuve dificultades para acceder al mercado laboral por mi discapacidad y por mis estudios de Medio Ambiente. Empecé haciendo cursos de formación y prácticas no remuneradas hasta que conseguí trabajar en dos ayuntamientos diferentes. Estuve seis meses como aprendiz en la Oficina Técnica Devesa-El Saler, formando parte del Parque Natural L’Albufera. Mi primer trabajo consistía en realizar un radioseguimiento de tortugas mediterráneas utilizando una herramienta especial para localizarlas en el área de la Malladeta. Gracias a esta tarea aprendí a apreciar bien el sonido de la antena según su intensidad. Al año siguiente estuve trabajando en el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Quart de Poblet. Mi labor como técnica me ayudó a reforzar y mejorar mi habi- lidad comunicativa. Impartía charlas informativas a los adolescentes y dialogaba con los ciudadanos del municipio valenciano de Quart de Poblet.

Actualmente, estoy centrada en otros proyectos como por ejemplo sacarme el carné de conducir y optar por un puesto dentro de la administración pública. Soy consciente de que me queda mucho camino por recorrer. Como persona resiliente, nunca me he rendido y siempre he aceptado mis limitaciones. Las personas que estuvieron a mi lado me han ayudado a comprender lo que realmente tengo y lo que soy. Por ello, doy las gracias a mis padres, amigos y profesionales de todos los ámbitos por haber confiado en mí. Es un privilegio el hecho de poder compartir mi experiencia con los lectores sensibilizados con este tema. Hay que trabajar la paciencia y la tolerancia para obtener el fruto de los esfuerzos diarios. Así que os animo a que no perdáis la esperanza de conseguir todo lo que os propongáis. Espero que esta vivencia personal os motive para mejorar como persona y como profesional. Cada persona sorda puede sorprendernos por su faceta luchadora. Concluyo el reportaje despidiéndome con este mensaje esperanzador para los jóvenes de las futuras generaciones.

Usamos cookies para mejorar nuestro sitio web y su experiencia al usarlo. Se han instalado las cookies utilizadas para el funcionamiento esencial de la web. Para leer más acerca de la política de privacidad, vea Política de privacidad.

Política de Cookies